Empezó a discursear,a decir más de lo mismo,discurso repetitivo y altisonante,nada conciliador,al contrario, arremetió contra los candidatos perdedores en las Elecciones Municipales del 5 de octubre 2014.Volvió a ocuparse de los comunicadores sociales que no son de su agrado, con adjetivos propios de un individuo que habla sin saber lo que dice.También arremetió contra el Colectivo por la Dignidad y Contra la Corrupción de la ciudad.Dijo haber ayudado a los pobres con el programa JUNTOS y PENSION 65,( Programas del Gobierno Central y no municipal) Volvió a exhibir el ómnibus que se compró en mayo 2014.( 8 meses atrás) y que funcionará ahora para trasladar a los estudiantes universitarios a la ciudad de Piura y viceversa.Que ya le dieron permiso en el Ministerio de Transporte para operar en la ruta Chulucanas Piura.
En la tribuna instalada en el frontis municipal Plaza de Armas,donde se encontraban autoridades invitadas a la ceremonia, se sentían incómodos con la perorata del alcalde.Se hicieron presentes todos los regidores electos,pudiéndose observar que el regidor de oposición ( reelecto) Dr. Víctor Valdiviezo Marigorda, fastidiado por las enexactitudes del alcalde Montenegro,decía palabras que incomodaban al burgomaestre.E incluso cuando el alcalde dijo haber sacado a los corruptos de su gestión,el Dr. Valdiiezo respondió a sus espaldas : PERO SIGUE LA CORRUPCCION,casi sacándolo del cuadro del discurso.
Al momento de la JURAMENTACION ,el alcalde a cada regidor juramentado le daba un apretón de manos y un efusivo abrazo.El regidor Víctor Valdiviezo no le permitió el abrazo hipócrita, y se notó la incomodidad del alcalde.
Hay que señalar que a la ceremonia llegaron no más de 300 personas : Unos 100 de personas del campo,100 de los trabajadores municipales y otro tanto de las personas discapacitadas y personas de la Tercera Edad,a quienes los obligan a concurrir.
Las autoridades e invitados a la ceremonia,no veían la hora que termine todo,para irse mejor a disfrutar de la comilona que invitó la Municipalidad por la ocación.
CESAR VITTERY CASAS
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